11 de mayo de 2009

Un principio olvidado. Reflexiones finales.

Iniciamos nuestro recorrido enfocando el territorio de las diferencias. Quiero que abriendo las puertas al tiempo por venir, se sumen algunas reflexiones más. Ellas apuntan a volver a conectarnos con el otro punto del alfa y el omega: lo que une e identifica a los seres humanos.

¿Qué subyace en lo múltiple y en lo diverso, en los valores más profundos de nuestra humanidad? ¿A qué principios damos vida en estos tiempos que nos llevan a encontrar, cada vez más cerca y más claro, los rostros luminosos y los oscuros del mundo que estamos entre todos, construyendo?

Antonio Baggio compiló “El Principio Olvidado: La Fraternidad.- En la Política y el Derecho-” (2006). Esta obra con la riqueza de artículos que la integran, comienza reconociendo los problemas aún no resueltos por la democracia y plantea un interrogante que, a su vez, se convierte en su hipótesis central: ¿la falta de presencia activa en el escenario político de la idea de fraternidad y las dificultades para dar concreción plena a la libertad y a la igualdad, pueden estar causalmente entramadas? ¿Es posible entonces, que una puesta en valor de la fraternidad revierta positivamente también, en las aspiraciones de igualdad y libertad?

Desde ese planteamiento: ¿Qué resuena en nosotros a partir del abordaje de esta obra? ¿Cómo calza la pregunta en otros contextos y escenarios que integran también, el vasto escenario de la primera y más amplia comunidad: la humana?

Negociar en el marco de diferencias culturales con una plataforma centrada en valores y principios, pensamos, es un panorama abierto para contribuir también, con la construcción de una cultura de la convivencia creadora. Y esta es, su proyección social. ¿Qué nos une? es una pregunta que atraviesa todo nuestro recorrido. En esta mirada entonces, es posible dar respuesta a los legítimos deseos e intereses confluyendo, al mismo tiempo, en la ruta del bien común; asumir creativa y positivamente, los retos que el encuentro con las diferencias puede presentar a nuestra humanidad con sus mapas, sus emociones, sus necesidades de certidumbre y de similitud.

A lo largo del camino, y atravesando modelos y capacidades han estado presentes interrogantes que tienen respuestas, reflexiones para pensar y tal vez re-pensar, algunas ideas, juicios de valor, supuestos. Hay una apasionante búsqueda de patrones que conectan, de plataformas profundas de unión que abracen a la diversidad; de valores y creencias que, sin temer al disenso ni negar al conflicto, calen más hondo para caídos uno a uno los velos, llegar a ese universo pequeño y grandioso donde el “yo soy” y “el otro es” late en un reconocimiento simple y pleno de verdad: nuestra común humanidad.

Hemos hecho un alto final. Ahora continuamos el camino con un renovado compromiso con el pensar, el sentir y el hacer en dirección al horizonte deseado. En esta empresa vital de conjugar el lenguaje de la paz; de la coexistencia creadora; del diálogo; de la inclusión, de la justicia y el desarrollo, de los valores que, en definitiva, permiten una vida digna y con significado, todos tenemos un lugar y estamos llamados a participar. Tu aporte es necesario y vale. ¿Colaboramos?


SANTA MARÍA, Ma. del Carmen, La negociación en situaciones desafiantes, La Crujía Ediciones, Colección Huanacauri. Buenos Aires, 2008, pp. 149-150.

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